lunes, 29 de octubre de 2007

Una sana teoría II




Esta entrada es continuación de la anterior. Ambas contienen un comentario del libro "Les transformations du monde animal”, de Charles Depéret (1854-1929; en la imagen de arriba). El comentario es parte del libro titulado "Treinta y tantos libros y un prólogo abierto para una nueva biología”, que será publicado en 2008 por Ediciones Crimentales. Otros comentarios que forman parte de este libro son el del libro "Filosofía Zoológica" de Lamarck, por Máximo Sandín y el comentario del Libro "Pensando la evolución, pensando la vida"de Máximo Sandín, por Emilio Cervantes, titulado "Remedios para la frustración".




La inaptitud de las formas especializadas de Edward Cope (1840-1897; en la imagen), ilustrada mediante su análisis de la evolución de los vertebrados, permanece casi olvidada en una época en la que lo principal es el positivismo que consiste en suministrar una explicación para todo aquello que nos maravilla ignorando lo que no vemos. Pero la naturaleza opera muchas veces en silencio y, formas en apariencia menos vistosas, pueden resultar a menudo más eficaces.

Albert Gaudry es uno de los últimos paleontólogos de la escuela francesa. Entre 1878 y 1890 apareció su obra magna en tres volúmenes: “Les enchâinements du monde animal” en la que aplica todo el conocimiento de la paleontología al estudio de los cambios de la fauna. Si en un sentido estrictamente profesional su obra no es absolutamente genial, su “Essay de Paleontologie philosophique”, publicado a continuación, es un ejemplo de claridad en la exposición y estilo asociados con el esfuerzo visible de hacerse comprender; cualidades todas ellas que, a partir de la segunda década del siglo XX, brillarán por su ausencia.

Karl von Zittel expresó : “La science aspire avant tout a la verité. Plus nous serons convaincus de la fragilité de la base de nos connaissances theoriques, plus nous devrons tendre a les consolider par des faits et des observations nouvelles" y el comentario de Déperet que sigue a esta frase es :

"Sages conseils que feraient bien de méditer et de suivre les paleontologistes a l’esprit aventureux, enclins a construire, avec une hâte febrile, des arbres genealogiques sans nombre, donc les troncs pourris, suivant l’expression imaginée de Ruteimeyer, aussitôt demolis que dressés, jonchent le sol de la fôret et en rendent l’accés plus difficile pour les progrés de l’avenir" .




Depéret, Ch. 1929. Les transformations du monde animal. Eds Flammarion, Paris.



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