jueves, 11 de octubre de 2007

Las palabras y las cosas






El lenguaje determina y marca nuestra relación con el mundo. Por eso muchos filósofos han destacado la importancia que tiene una correspondencia limpia entre las palabras y las cosas.

Enrique Lynch, en su libro “Dionisio dormido sobre un tigre”, una crítica de Nietzsche y su teoría del lenguaje, dice:

Los grandes sistemas del pasado se apoyan, piensa en el fondo Nietzsche, en la supremacía de lo literal sobre lo figurado: y la literalidad presupone correspondencia entre el mundo de los nombres y el mundo de las cosas


Y también:

El lenguaje de los símbolos y lo construido con ellos tienden a usurpar el lugar de las cosas.Los hombres inventaron el mundo al ponerle nombre las cosas y luego olvidaron su gesto; y , asimismo, inventaron el lenguaje y, tras olvidar que era su obra, creyeron que este se creaba a partir de ella.Lo que se ha escamoteado es lo propio y esencial de la cosa. En su lugar está la apariencia de la cosa. La apariencia es, en concreto, la sustitución de la cosa por aquello que la simboliza; para el caso del lenguaje: el nombre.



Refiriéndose ya a la Historia Natural, Michel Foucault en su libro titulado “Las palabras y las cosas” (Una arqueología del saber), dice:

La historia natural no será un lenguaje bien hecho mas que si el juego está cerrado: si la exactitud descriptiva hace de toda proposición una correspondencia constante con lo real (si es posible siempre atribuir a la representación lo que en ella se articula) y si la designación de cada ser indica de pleno derecho el lugar que ocupa en la disposición general del conjunto.


Hoy, la Biología dista mucho, pero verdaderamente mucho, de emplear un lenguaje bien hecho. Hemos de empezar forzosamente por reconocer que existen términos, palabras, que son muy importantes pero que carecen en absoluto de una definición adecuada (vida, especie). Quizás esto ocurre porque entraron en circulación de manera atropellada, o porque tienen su origen en una época en que aspectos fundamentales del pensamiento eran diferentes, de manera que hoy no los entendemos.
Otras palabras son también muy importantes pero se utilizan con ambigüedad: Ciencia, Teoría, Biología. Sin una definición precisa de estas palabras, o, al menos el reconocimiento de que tienen distintos significados y el saber qué significado sirve en cada momento del discurso; sin estas premisas, será imposible conocer qué es la biología y cuál su relación con la vida.

2 comentarios:

Tumbaíto dijo...

Encantado de conocerle (un poco), Sr. Cervantes.

Cerillo dijo...

Uf